
El aprendizaje de la responsabilidad. Segunda parte
Enseñar a los niños a ser responsables no quiere decir enseñarles a sentirse culpables.
Los niños que tengan sentido de la responsabilidad poseerán los medios, la actitudes y los recursos necesarios para valorar con eficacia las diferentes situaciones y decidir de forma consecuente para ellos y para los que se encuentran a su alrededor.
A los niños que no les consideramos responsables de sus actos, les será mucho más difícil aprender de sus propias experiencias.
Uno de los aspectos básicos de la enseñanza en la responsabilidad personal:
¿Quién es el responsable de acordarse de las cosas?
Los niños pueden saber hacer las cosas y querer agradar pero si no tienen interiorizado la responsabilidad de acordarse no pueden ser culpables.
Hay que buscar estímulos positivos para que el niño interiorice que se tiene que acordar y de vez en cuando dejar que sienta las consecuencias de no acordarse.
- Escribir las cosas.
- No repetir si estamos seguros de que nos ha escuchado y entendido. (Recordar las cosas a los niños se convierte en una mala constumbre que acaba en dependencia y eso no lo queremos).
- Establecer costumbres lo más regulares posibles. Cuando las cosas ocurren de forma predecible y regular, aumenta la capacidad de recordar de los niños.
- No hay que tener miedo a “castigar” al niño que se olvida.
Hay que acordarnos de lo que hemos dicho. Si los padres olvidamos otorgamos permiso tácitamente al niño para hacer lo mismo.
- Una vez asignadas las obligaciones, no hay marcha atrás. No debemos confundirlos ni fomentar la irresponsabilidad volviendo a hacer las tareas que hemos encomendado.
Los padres relevan a sus hijos de sus responsabilidades si…
- Les recuerdan las cosas cuando ellos “se olvidan”
- Lo hacen ellos mismos porque es “más sencillo”, “más rápido”, “está mejor hecho”…
- Subestiman la capacidad de sus hijos.
- Aceptan que los niños se califiquen a sí mismos de incompetentes o irresponsables.
- Hacen cosas para que les quieran o para no herir sus sentimientos.
- Creen que sólo los padres que trabajan duramente y hacen un montón de cosas por los hijos son “buenos” padres.
¿Cómo enseñar a los niños a ser responsables?
- Tiene que existir un programa claro de recompensas y alabanzas que ofrezca respuesta a su comportamiento.
- El niño seguirá siendo irresponsable si la respuesta que obtiene es la crítica excesiva, la exposición al ridículo o a la vergüenza.
- Los niños a los que se recompensa por ser responsable van desarrollando gradualmente la conciencia de que la responsabilidad y los buenos sentimientos están relacionados y poco a poco disminuye la necesidad de recompensas externas.
Algunas pautas para responder a la pregunta anterior
1.- DESARROLLAR LA SENSACIÓN DE PODER DEL NIÑO
- Cuando tenemos sensación de poder se poseen los recursos, oportunidades y capacidades necesarias para influir sobre las circunstancias de su propia vida.
- El niño que es responsable tiene más capacidad de poder
2.- AYUDAR A LOS NIÑOS A TOMAR DECISIONES
Los que han aprendido a ser responsables toman mejores decisiones que los que no han aprendido a serlo.
Contribuimos a aumentar la capacidad del niño en la toma de decisiones si AYUDAMOS a:
- Resolver los problemas que crean la capacidad de tomar una decisión.
- Buscar otras soluciones
- Seleccionar una de las alternativas mediante la valoración de sus consecuencias.
- Valorar la eficacia de las decisiones por medio de una discusión posterior.
3.- ESTABLECER NORMAS Y LÍMITES:
3.1.- UTILIZAR TAREAS Y OBLIGACIONES PARA CREAR RESPONSABILIDAD:
- Tareas y límites son cosas concretas.
- Se puede especificar cómo, cuando y quien debe hacerlas
Esto ayuda a desarrollar la capacidad de organización y manejar los propios recursos.
3.2 .- SER COHERENTE: Es la mejor manera de indicar al niño que vamos en serio.
- El adulto coherente ayuda al niño a sentirse seguro
- Si no hay normas claras y evidentes no es posible ser coherente
3.3.- NO SER ARBITRARIO: Ser arbitrario significa: hacer algo diferente de lo que se había dicho o hacer algo sobre lo que no se había advertido.
Para evitar ser arbitrario debemos:
- Aclarar lo que queremos comunicar nuestras expectativas de forma sencilla y directa.
- Concretar cuales son las consecuencias esperables si el niño actúa en consonancia o no con esas expectativas.
3.4.- DAR RECOMPENSAS POR SER RESPONSABLE: Un niño es responsable si:
- Realiza sus tareas normales sin tenérselo que recordar todo momento.
- Puede razonar lo que hace
- No echa la culpa a los demás sistemáticamente
- Es capaz de escoger entre diferentes alternativas
- Puede trabajar y jugar a solas sin angustia
- Puede tomar decisiones que difieran de las que otro toman
- en el grupo en que se mueve: amigos, familia, pandilla…
- Posee diferentes objetivos e intereses que pueden absorber
- su atención.
- Respeta y reconoce los límites impuestos por los padres sin
- discusiones inútiles o gratuitas.
- Puede concentrar su atención en tareas complicadas(dependiendo de su edad) durante cierto tiempo sin llegar a situaciones de frustración.
- Lleva a cabo lo que dice que va a hacer.
- Reconoce sus errores
y yo… por tanto,
Verónica García Notario, Directora Escuela Infantil DELPHOS_ Mayo 2016
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