
Cómo aprenden nuestros niños
En la Escuela Infantil Delphos no se utiliza una metodología concreta. Se aplica un método propio de enseñanza-aprendizaje natural que nace de la experiencia, de la observación y de los resultados obtenidos.
Se procura que el alumno sea autodidacta y aproveche al máximo esos momentos más sensibles (definidos por María Montessori) que todas las personas tenemos a lo largo de nuestro crecimiento y desarrollo.
Desde el inicio del curso y hasta su finalización se va adaptando la práctica educativa a los diferentes momentos evolutivos de la persona.
Trabajamos con esos preciosos primeros años de vida que nos permiten observar esos cambios vertiginosos no sólo físicos si no también cognitivos, sensoriales, emocionales…
Queremos que los niños adquieran la mayor independencia física y psíquica lo antes posible y que desde muy pequeños aprendan a resolver los problemas y dificultades que se les presentan por si mismos y para eso, debemos facilitar pero no resolver ya que toda ayuda innecesaria limita al que la recibe.
Los maestros somos facilitadores, mediadores y guías del proceso de aprendizaje de los alumnos.
En estas edades se debe respetar y permitir que los niños satisfagan su curiosidad natural y que descubran su entorno y el mundo a través de sus propias experiencias sin recibir a priori información de los demás.
En nuestra escuela les acompaña siempre un entorno limpio, luminoso, acogedor, sencillo y ordenado a priori que les permite llegar rápidamente a esa herramienta didáctica, educativa y absolutamente necesaria como es el juego, su juego.
Los niños juegan y aprenden rápido en ambientes lúdicos y divertidos con ambientes preparados (María Montessori). El trabajo de los niños es jugar por lo que hay que respetar su juego y de esta sencilla y a su vez complicada forma de hacer siempre desarrollarán con éxito todas sus áreas de aprendizaje.
Utilizar el juego dirigido para la expresión corporal (los representa), para la expresión plástica (desarrollo de la creatividad), en la psicomotricidad fina y gruesa (desarrollo del movimiento corporal y mejorar la precisión), una adecuada estimulación auditiva, olfativa y táctil (desarrollo sensorial), hablar y escuchar (desarrollo del lenguaje y escucha activa).
Papá y mamá, dejadles jugar libremente porque es garantía de éxito en su desarrollo personal y observadles porque es garantía de sentir la verdadera felicidad y que brote espontánea la sonrisa en vuestra cara.
El desarrollo de las actividades de enseñanza- aprendizaje se lleva a cabo por tanto en un ambiente lúdico, tranquilo y atractivo que permita un aprendizaje divertido, estimulante y en consecuencia motivador por lo que aumentarán las ganas de aprender más y más.
Se trabaja para lograr que el aprendizaje de los niños sea significativo, esto es, que la interiorización y comprensión sean sólidas de manera que pueda siempre dar otro paso adelante en su proceso de aprendizaje.
Si se respeta el ritmo de la persona, si a cada uno se le proporciona lo que demanda o necesita, el asentamiento del conocimiento será muy exitoso por lo que la observación de los avances que van ocurriendo en el niño por parte del maestro es imprescindible.
Por las características propias de las edades temprana, se debe practicar la enseñanza con una visión global de todas las áreas de experiencia y aprendizaje de manera que la interiorización y comprensión de ese aprendizaje sea tan sólido que los progresos en sus propias capacidades cognitivas, motrices, emocionales, sensoriales, afectivas sean óptimas y le permitirán seguir avanzando en desarrollos y conocimientos.
Desde 1994 trabajamos por y para la infancia más infancia.
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