
Uvas misteriosas
¿Qué tiene una uva que resulta tan atractiva? Vamos a comprobarlo con todos nuestros sentidos.
Son esféricas, aunque no perfectamente redondas, y ruedan y se escapan. En cuanto a su color, se presentan de diferentes tonalidades: verdosas, amarillentas, más amarronadas, de color morado oscuro o de un color malva más clarito. ¡Cuánto nos trabajan los ojos al ver tanta variedad de colores!
Las uvas están en racimos, todas apretaditas ¡No quieren pasar frío! Pero llegamos nosotros, con nuestros dedos mágicos, y utilizando la pinza digital y realizando un agarre con la prensión adecuada somos capaces de arrancar una uva de su racimo ¡Se ha escapado y le sale una lágrima!
¿Es que las uvas lloran? ¡No! Las uvas no lloran, lo que sí tienen dentro es un zumo muy dulce y rico que probamos todos con nuestro sentido del gusto que se llama mosto ¡Dicen que tiene mucha azúcar! ¿Será una chuche? ¡No, es una fruta!
Al abrir la uva vemos que en su interior tiene unos granitos duros, como de madera. Unos dicen que no pasa nada si se comen pero otros los escupimos porque nos resultan incómodos al masticar y, por eso, los ingenieros genéticos ¡nos han hecho uvas sin pepitas! No todos tenemos el mismo gusto.
Otra experiencia maravillosa para algunos (para otros no tanto) ha sido meternos en un barreño a pisarlas y extraer el mosto con ayuda de la presión de nuestros pies. ¡Qué raras son al tacto!
¡Fantástica experiencia la de hoy! ¡Y cuántos sentidos hemos podido desarrollar! ¿Te vienes a vendimiar?
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