
¿Relax veraniego?
Llegan las vacaciones y es el momento de disfrutar del sol y de todo lo que le rodea, pero, ¡cuidadito!
La palabra vacaciones nos llena de optimismo y felicidad. Sin embargo, no está de más recordar que también tiene sus peligros.
En esta época se relajan las rutinas y costumbres, algo normal y hasta beneficioso. No obstante, es conveniente seguir respetando el ritmo de los niños y, si es posible, realizar las comidas y los momentos de sueño a las mismas horas. Ya sabemos que «niños con orden son niños contentos, felices y descansados».
La regularidad va a beneficiar, y mucho, el buen ambiente familiar. Que los niños no pierdan las costumbres habituales es necesario para su buen funcionamiento fisiológico: su buen estado físico y emocional.
No hay que tener rigidez absoluta, y podemos lógicamente hacer excepciones, pero mantener comida y sueño, ambos tan relacionados la mayor parte de los días, es lo más idóneo.
Recordamos que en esta época de calor hay alimentos que son más recomendables. Resultan mucho más saludables todos aquellos que mantengan la hidratación, ya que se eliminan muchos líquidos a través de la piel.
Por supuesto, y aunque ya todos somos muy conscientes de este aspecto, hay que seguir recordando los peligros del sol: ir a la playa por la mañana temprano o por la tarde, cuando el sol está bajo, son los mejores momentos para que los niños disfruten con un riesgo más bajo de quemaduras, deshidratación y posibles insolaciones o golpes de calor.
Lo más importante: disfrutar de la familia, de los amigos, de la pareja y volver con muchas ganas y fuerzas para afrontar el nuevo curso escolar.
Leave a Reply