
Práctica de la escucha activa con los más pequeños de la casa
Para lograr llegar a ser un buen comunicador debemos ser personas capaces de escuchar al otro.
Tan importante es saber expresarse como saber escuchar, y por eso es esencial practicar la escucha activa con los niños para que la interioricen, la aprendan y, por tanto, lleguen a practicarla.
La escucha activa es una estrategia y técnica específica de la comunicación humana y llega a ser una habilidad muy importante de las personas siempre que sea de buena calidad.
Nuestros niños funcionan muy rápido, por lo que el adulto podría tener en ocasiones la sensación de que no es escuchado, pero no es exactamente así.
El niño, en su movimiento, juego, e incluso en situaciones de frustración, escucha a su manera, pero el egocentrismo que le caracteriza es el que no le permite interactuar como quizá nos gustaría.
Ponerse en su lugar, a su altura, lograr mantener la mirada aunque sea dirigiendo su carita hacia nosotros con una mano y hablarles siempre correctamente con una voz pausada acompañada de una sonrisa. Todo esto les ayuda a mantener la atención y poco a poco empiezan a crecer en esa habilidad de escuchar al otro, a interactuar y ser conscientes de que cuando hablan deberían ser escuchados, hasta el punto de imitar el gesto de coger la carita a sus iguales cuando ven que su comunicación con ellos no está siendo del todo efectiva.
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