Me pongo a tu altura

Acércate a mi y mírame a los ojos, será todo más fácil.

Cuando queremos transmitir a un niño algo, consolarle o explicarle una cuestión para intentar que nos entienda mejor debemos ponernos a su nivel porque de esa manera, se generan muchos beneficios en esa persona tan pequeñita y que si quiere mirarnos debe subir su cabecita hacia arriba. 

Cuando nos agachamos, se genera una comunicación siempre mucho más afectiva, al mirar a los ojos directamente se genera una mayor seguridad personal y confianza además de demostrarle que lo que se le va a decir o a escuchar es importante. 

Se establece un aprendizaje en el niño de igualdad y promueve el desarrollo de la inteligencia emocional. Facilita el desarrollo de la comunicación verbal y la empatía. 

Acercarnos al niño aumenta la autoestima y le estamos enseñando a relacionarse con calma y serenidad, promueve la escucha activa y ayuda a concentrarse mucho más en la conversación que están manteniendo niño- adulto. 

Cuando te dirijas a un niño o un niño se dirija a ti, agáchate y ponte a su altura. Todo son beneficios