
¡Hemos estado de vacaciones!
¡Semana guay del Paraguay! Una fantástica toma de contacto con el calor, con “ola” incorporada…
Nuestro calendario de preparativos comienza a finales de mayo. Todo está listo para que la última semana de junio los pequeños trotamundos finalicen su curso escolar y puedan disfrutar de una estupenda semana de vacaciones. No, no os preocupéis…, ¡de vacaciones en su escuela!
Una reflexión sobre el cansancio de los niños.
A los niños, también les pesa el curso y están muy cansados. Como a ti o a mí, el calor les afecta, y mucho, y no descansan bien. A veces lloran porque no saben qué les pasa y es que tienen mucho calor o mucha sed, pero aún no nos lo saben decir y por eso, tenemos que interpretar qué es lo que necesitan.
¿Por qué no dejarles vivir aún más de lo habitual a su ritmo? Si lo niños salen de la escuela después de no parar de jugar un montón de horas, cada uno las suyas, igual lo que necesitan es llegar a casa y ponerse a hacer lo que les apetezca, porque ya han tenido mucha “calle”, y a esas horas, además, hace tanto calor que llevarlos a un parque es correr riesgos innecesarios.
La importancia de una alimentación más continua y liviana que les permita refrescarse e hidratarse de forma pautada.
Ofrécele alimentos que no resulten pesados, que sean frescos, que les resulte agradable metérselos en la boca porque hidratan y están jugosos.
Las fiambreras con fruta se encuentran a disposición de nuestros alumnos a lo largo del día y ellos saben que pueden comer cuando su cuerpo se lo pide y que pueden beber libremente de su botella de agua “fresquita” (que no fría). A los pequeños somos nosotros los que les vamos proporcionando el refrigerio de forma progresiva.
No les obliguéis a comer, porque pueden tener bastante menos hambre, pero que beban es fundamental.
Queremos volver a contaros la suerte que tienen vuestros hijos de poder disfrutar de planes divertidísimos y diferentes en su escuela.
Cuando comienza la última semana de junio, lo primero que sienten nuestros pequeños es la libertad de moverse sólo con los pañales o similares, unos descalzos, otros con zapatos… Lo que ellos han querido.
Durante esta semana, han tenido la oportunidad de jugar mucho tiempo con agua, de “guarrear”, de tocar arena, los patos o los diferentes animales que tienen y que les encantan. Si uno se sienta a descansar, no pasa nada, y si alguno corre más de la cuenta, hay que procurar reducir su ritmo para evitar que sude más de lo estrictamente necesario.
En definitiva, esta última semana ha sido una semana maravillosa que les ha permitido desconectar de su rutina habitual y, por tanto, descansar, porque “descansar” no es siempre “no hacer nada” (ojo, que también se puede). Para un niño, y lo mismo sirve para los adultos, descansar es, en muchas ocasiones, cambiar de actividad y hacer cosas diferentes.
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