
Tres años y… ¡no habla!
¿Qué hacemos? ¿Qué problema tiene?
Es muy importante comentar con el pediatra la evolución del lenguaje en cada una de las revisiones que se llevan a cabo porque él, junto con los profesionales de la escuela infantil, es el que mejor os puede aconsejar.
El desarrollo del lenguaje tiene cuatro fases: prelingüística, holofrásica, de combinación y avanzada.
Como en otras áreas, en la del lenguaje los niños también aprenden por imitación: imitan los sonidos, los ruidos, las expresiones y el vocabulario que escuchan, y van interiorizando todo lo que perciben en su casa, en la escuela infantil y en el ambiente en general. Los padres y los cuidadores son los principales modelos lingüísticos del niño y, para que tenga la referencia adecuada, el modelo debe hablar con el niño.
Los pediatras alertan del retraso tan significativo en el lenguaje en lo que llaman los “hijos de la pandemia”. Nosotros estamos de acuerdo con ellos, ya que hemos podido comprobar que muchos de nuestros alumnos vienen hasta la escuela sentados en el carro y viendo la pantalla del teléfono de la persona que lo trae. La justificación que nos dais suele ser: “si no se lo doy, se pone muy irritable y me pongo muy nervioso”.
Todos los años hay algunos niños con los que procede reforzar el lenguaje y darles un empujón para que la soltura sea mayor, la dicción más correcta y, sobre todo, puedan expresarse y transmitir sus necesidades o lo que han hecho durante el día (si han jugado en la escuela, qué les ha dicho su profe, etc.).
Sin embargo, este curso el nivel de apoyo ha sido bastante más alto que otros y puede estar fundamentado en ese “canguro tecnológico” al que hemos hecho referencia y también comentan los pediatras.
En general, se ha apreciado un retraso significativo en el lenguaje y, aunque es posible que la pandemia pueda seguir influyendo, en nuestra opinión ejercen una mayor influencia las tecnologías que tienen a su alcance, ya que permite a los niños escuchar en silencio, no interactúan con otro hablante y, cuando se la quitas, el mal genio, la rabieta y la irritabilidad están garantizados.
¿Qué indicativos son los que pueden hacerme pensar que mi hijo puede tener un retraso en el lenguaje?
- El niño no emite frases espontáneas, sólo están asociadas a actos concretos o en imitación.
- Repite lo que le dices, lo que se denomina ecolalia, pero no utiliza el lenguaje oral para comunicarse.
¿Qué causas provocan el retraso en el lenguaje?
- Alteraciones en el sistema orofacial. Por ejemplo, que el niño tenga un frenillo lingual corto que no le permita subir y mover bien la lengua, por lo que limitará la producción de determinados fonemas.
- Discapacidad auditiva. No existe una retroalimentación adecuada, lo que puede dar lugar a un retraso en esta área.
- Otitis frecuentes. Hay que vigilar cuando son reincidentes porque pueden dañar los huesecillos del oído medio e interno y, por tanto, perder audición o no tener la misma capacidad auditiva en todos los tonos (unos los oyen y otros no, o los oyen peor).
- Escasa estimulación por parte del ambiente. Si en casa se habla poco, hay mucha televisión, ordenador, Tablet, teléfono y, por tanto, se interactúa poco con los niños, les costará bastante más esfuerzo empezar a hablar, por lo que la escolarización en estos casos es muy positiva ya que suele proporcionar un avance muy significativo en el área del lenguaje, pero es muy importante que en casa tengan, igual que en la escuela, buenos estimuladores del lenguaje: esforzarse en hablar con ellos, explicarles cosas, contarles cuentos, mirarlos a la cara y a su altura siempre que los hablemos y esperar hasta que seamos conscientes de que han comprendido, sin prisas.
- Anticipación o indiferencia ante la demanda del niño. Dejarles que acaben su mensaje y, evidentemente, prestarles la debida atención.
¿Cómo se puede tratar el retraso del lenguaje?
La ayuda de un logopeda es indispensable en muchos casos. Antes de empezar un tratamiento, el logopeda evaluará:
- El nivel de comprensión.
- La capacidad de expresión espontánea.
- Los gestos: utilización del lenguaje no verbal como sustituto del lenguaje verbal.
- La capacidad de articulación de los sonidos del habla.
- Valoración de los órganos del habla: lengua, labios, mejillas y paladar.
Realizada la evaluación el logopeda tendrá que programar y planificar la intervención, centrada siempre en las necesidades específicas de cada niño.
¿Qué puede pasar si mi hijo tiene un retraso en el área del desarrollo del lenguaje?
Generalmente, el pronóstico, siempre que se realice el tratamiento a tiempo, tiende a ser favorable, pero hay que tener en cuenta que:
- Podrían presentar dificultades de aprendizaje por falta de compresión o de expresión en las áreas de lectura y escritura.
Por tanto, ¿qué hay que hacer si tenemos dudas acerca del desarrollo del lenguaje de nuestro hijo?
Poner los medios a tiempo e intervenir de forma temprana para evitar posibles complicaciones posteriores.
Como en cualquier otra patología, el papel de los padres es crucial, ya que los consideramos los mejores estimuladores porque son los que más conocen al niño y los que más tiempo pasan con él.
Para ello:
- Seguir a rajatabla las indicaciones del profesional.
- Fomentar el diálogo en situaciones normales de la vida cotidiana.
- Atender siempre las demandas del niño para que la motivación se mantenga alta y quiera seguir hablando.
- No anticipar lo que el niño quiere decir y permitir que se exprese de manera autónoma.
- Proporcionar modelos de habla adecuados y correctos.
- Utilizar medios lúdicos (como el juego) para estimular el lenguaje del niño.
No dudes en consultar con nosotros cualquier duda que te pueda surgir. ¿Hablamos?
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