¡Es mi sándwich!

Dentro de nuestra programación sensorial nos gusta contar con las familias para que, aprovechando una sugerencia de actividad, puedan disfrutar de un ratito maravilloso en compañía de sus peques.

Hoy en la escuela hemos usado pan de molde, queso tipo “Philadelphia” y mermelada de fresa y, con ayuda de unos depresores (palitos planos de madera), nuestros trotamundos han practicado el proceso que se lleva a cabo para untar una pasta en un sándwich: introducir, aguantar el producto en el palo y llevarlo al pan.

¿Qué es lo que han observado?

• El queso es compacto pero blando, de color blanco, está muy rico y si metemos el dedo nos cuesta sacarlo de él.
• La mermelada es densa, de color rojo, tiene tropezones (trocitos de fresa) y cuando sacamos el dedo sorprende ese sabor maravilloso que tiene cuando lo chupamos.

Y, además, al manipular con el palito:

• El queso se queda pegado en el palo y es más fácil manejarlo sin que se caiga.
• La mermelada se cae con mucha facilidad, no suele llegar al pan sin regarlo todo y, además, es muy pegajosa…

¡Nos ha encantado la experiencia de hacer nuestro propio sándwich, aunque el guarreo ha sido impresionante!