
Emociones
¿Qué es una emoción?
Se puede definir como el conjunto de reacciones orgánicas que tiene una persona ante un estímulo externo. Dichas reacciones tienen como finalidad adaptarse a la situación que está viviendo esa persona.
La palabra emoción, etimológicamente hablando, significa “movimiento”. Como consecuencia de las emociones aparecen los sentimientos, más duraderos y que se pueden verbalizar.
Para sentir emociones positivas debemos tener un adecuado procesamiento de esas sensaciones externas (ambientales) e internas (corporales), es decir, las personas debemos controlar nuestros sentidos, por lo que debemos conocerlos muy bien y aprender a controlar nuestras capacidades sensoriales.
La integración de los sentidos en la persona es el resultado de un adecuado contacto con el entorno y una correcta socialización.
Actualmente, y a pesar de que muchas familias optan por la escolarización en las edades más tempranas, el ajetreado estilo de vida que llevamos hace que nuestros hijos no expandan toda su potencialidad, así como debido a la altísima sobreprotección a la que les sometemos por miedo a que tropiecen, se puedan hacer daño, les pique un bicho o se peleen con otro igual.
También se ven limitados en su desarrollo debido a un exceso de flexibilidad en su proceso educativo y a la falta de límites, convirtiéndose en lo que el psiquiatra Javier Urra llama El Pequeño Dictador, un libro absolutamente recomendable para los padres en el que nos insiste en basar la labor educativa en tres pilares fundamentales: autoridad, competencia y confianza.
Existe preocupación por los comportamientos y actitudes que muestran los niños y, sin embargo, los padres no somos capaces de controlar esos comportamientos, solamente porque hemos intervenido tarde, no hemos dicho un no a tiempo, manteniéndolo, no hemos dejado claro que el que manda no es el niño sino nosotros, hemos consentido un capricho por no oírle o no tener la paciencia necesaria para gestionarlo de otra manera, simplemente porque no nos deja trabajar, etc.
Para que un niño manifieste emociones positivas los adultos debemos mostrarnos positivos, atentos, empáticos, comprensivos y dialogantes, entre otras muchas virtudes y, además, debemos proporcionar al menor un entorno que proporcione adecuados estímulos sensoriales. De esta manera, crecerá sano, desarrollará adecuadamente todo su potencial intelectual y aprenderá a gestionar sus emociones de forma adecuada y responsable.
2 Comments