
EDUCAR EN LA DIVERSIDAD
Mañana día 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad y no hemos querido dejar de tratar un tema de tanta trascendencia en nuestro blog.
Los niños, bien en su casa, en la escuela, en el parque, o por la calle, van a entrar en contacto, antes o después, con alguna persona con discapacidad e, inevitablemente, van a plantear preguntas sobre este tema. En cualquier caso, su necesidad de preguntar se debe a su curiosidad innata, nunca a prejuicios establecidos, ya que éstos se desarrollan más tarde, con la educación y la socialización.
Por eso, es imprescindible que les respondamos a todas sus dudas, porque los niños tienen que saber que hay personas que tienen ciertas dificultades, bien sea de movilidad, sensoriales o de relación social. La diversidad es algo que los niños deben conocer cuanto antes, y especialmente cuando vayan a comenzar a socializar y a relacionarse con el mundo de manera más autónoma.
Lo mejor es explicarles, con la mayor naturalidad posible y con un lenguaje comprensible para ellos, por qué una persona va en silla de ruedas, por qué lleva muletas, por qué lleva un bastón de ciego o por qué lleva un aparato en el oído, porque ellos aceptan las diferencias de una manera más natural que los adultos.
Satisfacer esta curiosidad infantil va a ser una buena forma de promover, desde la más tierna infancia, valores como la empatía, la inclusión y la igualdad. El niño se educará en un ambiente en el que reine la necesidad de tratar bien a las personas y ayudarlas cuando la situación, por sus limitaciones, lo requiera.
Paralelamente, aprenderán que jamás se debe considerar a una persona con discapacidad inferior a otras, porque todos somos diferentes y, aun así, todos tenemos muchas más cosas en común que diferencias. Independientemente de otros aspectos, a todos nos gusta jugar, todos queremos aprender, todos necesitamos comer y, sobre todo, a todos nos gusta sentirnos queridos, aspectos mucho más importantes que los rasgos diferentes.
Las claves para normalizar la discapacidad entre los niños serían:
- Utilizar un lenguaje inclusivo y una terminología respetuosa que no transmita desprecio o inferioridad.
- Responder a sus preguntas de manera natural y abierta.
- Hablar, preferiblemente, de las similitudes, no de las diferencias.
- Ayudarse de los juegos y los cuentos para educar en la diversidad, creando situaciones en las que los niños puedan ponerse en el lugar de los otros.
Por lo relacionado que está con nuestro trabajo, incidimos en la importancia del juego a la hora de promover valores como la inclusión y la aceptación de la diversidad. Jugar, como siempre, es aprender.
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