
Docentes
Somos docentes, maestros, educadores… ¡Cuántas formas de nombrar a esas personas que se dedican a complementar la educación de los niños con las familias, que se convierten en coeducadores y que además son facilitadores de la adquisición de conocimientos en los niños!
Un docente realiza en muchas ocasiones la función de padre, de madre o de amigo que además practica la escucha y la conversación; que juega pero también pone límites; que sabe convertir las tareas de enseñanza-aprendizaje en momentos lúdicos y, si es posible, llenarlos de sonrisas.
Un docente facilita el crecimiento de las competencias que facilitan el desarrollo pleno de la persona (personal, social y profesional), enseña a pensar, ayuda en el desarrollo de la responsabilidad y la autonomía, presta las ayudas necesarias, corrige en positivo y anima, y no olvida felicitar al alumno siempre que éste lo hace bien o, al menos, se ha esforzado.
Un docente debe saber dirigir para que sus alumnos tengan claro:
- Saber qué hay que hacer (conocimiento declarativo). Adquirir conceptos.
- Saber cómo hay que hacerlo (conocimiento procedimental). Adquirir estrategias, que son procedimientos que se emplean para mejorar el rendimiento.
- Saber para qué hay que hacerlo, controlar el proceso y autorregularlo (conocimiento condicional o autorregulador). Es el más importante, ya que nos permite conocer si el procedimiento utilizado es el adecuado, si es correcto, y si no es así, rectificar y buscar un procedimiento más eficaz para aprender.
En nuestro caso, consideramos que también es una labor muy importante del docente recibir con una sonrisa, escuchar a las familias, saber adaptarse al ritmo de cada persona, programar para que el niño que va más despacio se pueda poner al día lo antes posible. Paciencia es una de las virtudes que hay que potenciar.
Hemos querido homenajear a estos profesionales de una forma muy original. Hemos invitado al papá de Lucia Q. a que nos amenice la mañana con un concierto de trompeta. Como en el caso de los docentes, para ser un buen trompetista también hacen falta disciplina y constancia. Eso, y mucho arte y salero, como ha quedado patente esta mañana.
¡Feliz Día a todos los Docentes del mundo!
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