
Bailas, ¿Qué sientes?
Desde antes de venir al mundo los niños deberían escuchar música porque ello desarrolla una infinidad de aptitudes y actitudes para enfrentarse al mundo.
La música desarrolla una altísima sensibilidad auditiva por lo que resulta muy beneficioso que escuchen música de todo tipo, siempre y cuando las letras de las canciones no sean agresivas ni inciten a cosas no deseadas.
La música clásica permite relajarte o activarte y, además, cuando dejamos que el cuerpo se mueva acompañando la melodía, ya no sólo es el oído el que participa, sino que también desarrollamos la coordinación, el ritmo y producimos energía positiva que nos hace felices, bien sea porque estamos relajando el cuerpo o porque estamos descargando con ese baile movidito muchísima adrenalina.
Hoy, día de la danza, queremos informar que en nuestra escuela practicamos mucho el baile con el fin de que el desarrollo motriz y sensorial sea óptimo y, a su vez, se trabaje la memoria a corto y largo plazo en el área cognitiva, porque permite aprender pasos y repetirlos pasados unos días. Además, permite aprender canciones que, al reproducirlas, nos permiten desarrollar el área verbal, tanto la expresión como la comprensión.
Los niños bailando se ríen, cierran los ojos, se mueven, socializan y disfrutan. ¡Pon música continuamente y deja que baile!
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