
Prevención de los accidentes infantiles
Los accidentes en menores son previsibles y evitables.
Cuando tenemos un hijo debemos analizar qué riesgos rodean nuestro entorno y, por lo tanto, conocer los peligros más importantes a los que puede estar sometido nuestro bebé, porque sólo de esa manera se podrán adoptar las medidas preventivas oportunas.
La responsabilidad de adoptar medidas de prevención y seguridad es competencia de todos, cada uno en su ámbito de competencia: familia, escuela, ayuntamientos, etc.
Es necesario crear espacios seguros, pero sin exagerar la protección, ya que los niños tienen que aprender a moverse y esto implica que puedan darse algún golpe o tener alguna caída que no resulte gravosa.
Tenemos que proteger pensando en que es el adecuado desarrollo de la autonomía lo que le va a permitir afrontar o esquivar los peligros por sí solo.
¿Cómo prevenir algunos de los accidentes más comunes?
Caídas.
- Comenzamos con las caídas desde la cama ya que, en el momento menos esperado, el bebé se gira, voltea y cae. Nunca debemos fiarnos de dejar a un niño solo encima de una cama, por pequeña que sea la altura. Ni de una cama, ni de un cambiador.
- Proteger las esquinas y los salientes de los muebles bajos cuando el bebé comience a gatear, para que no se de en la cabeza, en primer lugar, y para evitar que pueda caerse por tropezar con algún saliente del mueble cuando el niño empiece a andar.
- Nunca debe ser transportado por un menor, y si se le permite, no perder la vigilancia ni un segundo.
- Evitar cualquier producto que resbale, como son las ceras del parqué, por ejemplo.
- La puerta de acceso a la calle debe estar siempre cerrada con llave y la llave quitada, para evitar que se escape y pueda rodar por la escalera o le pueda pillar un coche.
- Las ventanas, si son correderas, se debe poner una protección para evitar que las abran, e igualmente en las abatibles.
- Si hay balcón o terraza, garantizar que la cabeza del niño no quepa entre los barrotes y poner la protección adecuada. Donde cabe la cabeza, cabe todo el cuerpo.
- La bañera o ducha debe tener un antideslizante para evitar golpes importantes; los niños se mueven mucho.
- El calzado, que sea el adecuado para ellos, con suela no deslizante, pero no tan gruesa como para que tengan frenazos que les produzcan la caída. El calzado es clave en el desarrollo motriz del niño, no puede pesar el zapato más que ellos.
Intoxicaciones.
- Los productos de limpieza no pueden encontrarse en ningún lugar al que el niño tenga acceso, al igual que los medicamentos y las bebidas alcohólicas.
- Muy importante: no debemos decir nunca a un niño que una medicina es un caramelo.
Heridas. Se tiene que evitar siempre que se infecten.
- Para evitarlas, un buen truco es desechar juguetes rotos y no tener tijeras ni ningún objeto cortante a su alcance.
- Desinfectar con agua y jabón, aunque sea un leve arañazo.
Quemaduras.
- Vigilar la temperatura del biberón y del agua de la bañera.
- Evitar que entren en la cocina siempre que se esté cocinando y, en cualquier caso, acostumbrarnos a que los mangos de las sartenes y cacerolas queden fuera de su alcance. Mejor utilizar los fuegos que se encuentran más lejos de las manos del niño.
- Abrir siempre primero el grifo del agua fría para proceder a mezclar después.
- Los líquidos calientes siempre deben estar fuera de su alcance.
- Cuidado con los radiadores, chimeneas, etc. ¡Mucho cuidado con la plancha, les encanta!
Asfixia, atragantamientos y ahogamientos.
- Cuidado con las medallas, cintas, collares, etc. que se ponen alrededor del cuello. Lo mejor es no poner nada.
- Las bolsas de plástico, siempre fuera de su alcance.
- Hay que estar muy vigilantes con los botones, monedas o cualquier objeto que se puedan tragar. Especial atención a las pilas tipo botón, que además son muy tóxicas.
- No introducir alimentos en la boca, ni nada, si el niño llora, corre o duerme, ya que una mala aspiración puede ser muy peligrosa.
- Asegúrate de practicar una flotación con el niño con el fin evitar un susto importante. Aprender a nadar es lo ideal y, en cualquier caso, no perder de vista al niño ni un segundo es clave. Además ¿está la piscina protegida?
Otros peligros que tenemos que contemplar:
- Enchufes: poner protección y no poner alargadores si no son con protección para niños.
- Cuando crecen hay que explicarles que tocar un interruptor con los pies mojados o algo eléctrico puede ser muy doloroso.
- Respetar las normas de circulación: cruzar bien los pasos de peatones, de cebra, ceder el paso, etc.
- Los animales no son juguetes por lo que, para evitar problemas, no se puede dejar a un niño que se lance sobre uno de ellos. Además, hay que actuar con responsabilidad, porque el animal es un ser vivo.
- Las plantas pueden ser muy abrasivas, e incluso pinchan, por lo que debemos trasladarles el sentido de la prudencia desde que son muy pequeñitos.
Ante un accidente infantil, ¿qué hacemos?
- Estar preparados con una formación mínima de primeros auxilios y socorrismo.
- Si no estamos preparados, al menos tener claro lo que SE DEBE y NO SE DEBE hacer ante un accidente infantil.
- Principios para tener en cuenta, en cualquier caso:
- Reaccionar rápidamente y mantener la tranquilidad para no poner aún más nervioso al niño y que colabore con nosotros según las indicaciones.
- Ser conscientes de la gravedad, o no gravedad, del suceso de manera que pidamos la ayuda que se necesita, ni más ni menos.
- Nunca hacer nada de lo que no se esté absolutamente seguro.
Consejo: Educar en la prudencia, en el sentido común, en la no precipitación y enseñarles los peligros es muy importante para evitar los accidentes y, si ocurren, mantenerse tranquilos es clave para que el accidentado no se asuste más de lo que ya está.
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