
¡HOLA, OTOÑO!
Hoy hemos celebrado en la escuelita la llegada del otoño.
Cada estación del año tiene su simbología y el otoño se suele relacionar con la melancolía, la reflexión y la madurez. En otoño suele ser habitual sentirse un poco alicaído, ya que se vuelve a la rutina tras las vacaciones de verano. Por otra parte, los cambios de estación afectan a nuestro cuerpo y a nuestro estado anímico. En este caso, los cambios en los ritmos diarios de luz y oscuridad hacen bajar los niveles de serotonina, un neurotransmisor del sistema nervioso central, lo que puede afectar de un modo directo a nuestro humor.
La parte positiva de esa reducción de luz que tanto influye en nuestro comportamiento es que se origina un espectáculo visual especialmente característico que cautiva a todos en general y en especial a los artistas. El paisaje otoñal queda impregnado de una amplia gama de colores cálidos que va de los amarillos, los rojos y los ocres a los anaranjados.
Nosotros también hemos colaborado con la interpretación artística del otoño. Hemos hecho un árbol enorme en el que los niños han podido pegar las hojas que entre los papás y la escuela hemos recogido y, además, los bebés han pintado con las manos en colores otoñales.
Os aconsejamos que disfrutéis del otoño con vuestros hijos. Aprovechad, ahora que no hace tanto calor, para hacer excursiones o visitar pueblos cercanos. Como decía el escritor Albert Camus, el otoño es una segunda primavera en la que “cada hoja es una flor”.
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