¡¡Bienvenido mes de Octubre!!
Bienvenido mes de Octubre
Iniciamos Octubre y con él comenzamos nuestra programación educativa trimestral… ¡¡Qué ganas de observar cómo responden nuestros pequeñajos!!
Nuestra programación está muy trabajada, pautada y ordenada y siempre consciente de que cada uno de nuestros niños es diferente y de que no podemos pedir a todos lo mismo. Esta es la razón de que estemos tan concienciados respecto al hecho de que los niños deban “saber hacer” sólo aquello para lo que están preparados y para ello hay que dejarles “ser” y hay que dejarlos “vivir”.
¿Qué queremos decir cuándo decimos que hay que dejarlos vivir??
Los niños son personas que necesitan, quieren y les gusta moverse libremente.
Son personitas muy activas y no todos llevan el mismo ritmo ni se encuentran con las mismas posibilidades de acción. Cada cuerpo tiene su propio desarrollo que hay que respetar y al igual que se desarrolla el cuerpo, se desarrollan la mente y el cerebro: esas partes tan delicadas del ser humano.
Para que el cerebro se desarrolle adecuadamente, el niño tiene que moverse; por eso, cuando decimos: ¡¡es que no paran!!!, necesitamos reflexionar y darnos cuenta de lo importante que es esto, pues si los niños no se mueven… ¡malo!
Somos nosotros los adultos los que tenemos que adaptarnos a las criaturas y no debe ser nunca al revés. Eso exige mucho esfuerzo personal.
A los niños hay que respetarles su tiempo de juego libre, su tiempo de actividad dinámica, sus rutinas, sus espacios… Al mismo tiempo a los niños también hay que educarles y eso es también “enseñarlos a vivir”. Para eso tenemos que estar “menos cansados”, “menos ocupados”, “tener más paciencia” que es virtud de padre y madre; tener “menos prisa” y más tiempo, que siempre o la mayor parte
de las veces, vamos corriendo…
Dejar vivir a un niño no significa permitirle hacer lo que quiera y cuando quiera sino respetarle su forma de hacer, su ritmo; permitir que haga lo que le gusta para que juegue, piense, observe, escuche, huela, sienta y sea capaz de encontrarse consigo mismo…
Dejar vivir a un niño es compartir momentos, experiencias, anécdotas, secretos…
Dejar vivir a un niño es promover el que sea él mismo, respetarle, reforzarle cuando lo necesite y hacer que sienta que estamos ahí para que se sienta seguro, útil… Y, lo más importante de todo, para que se sienta muy querido.
¡¡Bienvenido mes de Octubre!!!
Verónica García Notario_ Directora de la Escuela Infantil DELPHOS
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