
Reto para la Navidad: acertar con el juguete más deseado.
Desde nuestra experiencia el mejor juguete para el niño es ése con el que es capaz de abstraerse, mantener la atención, divertirse con él y que le lleve a producir pensamiento, desarrollar habilidades y destrezas.
No podemos ni debemos elegir el juguete por ellos. Es cierto que hay juguetes más indicados que otros pero no tenemos por qué seguir la norma porque cada niño tiene habilidades, capacidades e intereses diferentes.
Nuestro hijo se entretendrá con objetos rutinarios y cotidianos bastante más que con juguetes de os que nos venden especialmente pensados para ellos, por eso no debemos comprar eso que a nosotros nos gusta muchísimo sino que antes de salir a comprar tenemos que pararnos a pensar y preguntarnos ¿con qué juega realmente mi hijo?.
Igual si nos hiciéramos esta pregunta de forma inmediata no seríamos capaces ni de contestarnos porque no hemos dedicado tiempo suficiente a observar a nuestro pequeño y conocer a la perfección con qué cosas se entretiene realmente.
Ni que decir tiene que los mejores juguetes para los niños son su padre y su madre y el tiempo que pueden pasar juntos, a veces es suficiente con “estar ahí”, cada uno a lo suyo pero sintiéndonos bien estando juntos y compartiendo cada uno sus propios trastos, mirándonos de vez en cuando y disfrutando de esa sonrisa espontánea que sale de cada uno cuando nos miramos.
¿Es bueno llevar a los niños de compras? Pues ni bueno ni malo pero, si para nosotros es cansado, imaginad para ellos… A veces es algo terrible: mucha gente, agobio, demasiada estimulación visual y auditiva que sólo genera estrés y tensión, que se traduce en niños nerviosos y provoca el llanto innecesario.
Lo ideal es que se encuentren con objetos diferentes que les permitan elegir por sí mismos, expandirse con ellos, y finalmente decidir cuál o cuáles son los que mejor se adaptan a sus características personales y gustos.
Pocos, pero surtidos, que permitan una manipulación adecuada y siempre seguros. Ante la menor duda en seguridad hay que retirar el juguete. Evitar los juguetes plásticos también es adecuado pero no eliminarlos.
Todo aquello que permita un adecuado desarrollo motriz y cognitivo es bueno para nuestro pequeño y eso puede ir desde el juguete más sofisticado a una simple piedra o palo que se han encontrado en la calle. Empeñarnos en que les guste algo es un auténtico error.
Decidid vosotros sobre lo que queréis para vuestro hijo y no permitáis que la familia extensa o amigos le llenen de trastos absolutamente innecesarios y no os olvidéis que el derecho a jugar es del niño y no debemos coartar ni su imaginación, ni su hacer, ni su movimiento…
Poned límite al peligro, el resto… ¡¡dejadlos jugar, dejadlos hacer!!!!
Leave a Reply