
Día de la Tierra
Hoy conmemoramos el 5o Aniversario del Día de la Tierra.
Concienciar para preservar el planeta donde vivimos.
¿Cómo concienciar a la población? Esa es la pregunta del millón.
Aparentemente, ya estamos todos concienciados de la importancia de preservar el planeta, cada uno donde se encuentre, pero nada más lejos de la realidad.
Para concienciar a nuestros niños primero tenemos que ser responsables nosotros, los adultos con el entorno más próximo que nos rodea: espacios naturales, nuestra propia casa, nuestra empresa, las personas que viven cerca empezando por la familia y procurando hacer lo que hay que hacer.
Si no hay que tirar papeles al suelo, no los tiremos. Si tenemos que recoger los excrementos de nuestros animales, hagámoslo. Si tenemos que respetar las plantas, respetémoslas. Si podemos andar y no coger el coche, andemos… Y así, podríamos seguir con millones de cosas más.
Hoy en Google y sus magníficas presentaciones nos recuerdan el aniversario del Día del Planeta y eligen para hacerlo algo que es clave para la supervivencia del mismo: hay que cuidar las abejas que están desapareciendo a pasos agigantados y son absolutamente necesarias en la polinización de las plantas. Sin abejas, tenemos un gravísimo problema.
Cuidamos el planeta cuando permitimos a todos esos insectos que muchas veces nos resultan tan incómodos, y a veces peligrosos, que sigan estando donde tienen que estar, en su medio. Su proceso de supervivencia depende de que les dejemos en paz y de ello dependerá también que el ciclo de la vida de las plantas, de los animales, de las lluvias, etc, siga su ritmo y no el que sigue ahora que es el que el humano permite que sea.
Se ha alargado el verano, tenemos muy poco tiempo de frío, nuestro cielo está infectado de toda la porquería que le enviamos cada día con tanta polución, nuestros niños y nosotros mismos nos encontramos con muchos problemas respiratorios y de piel porque lo que transpira nuestro cuerpo es suciedad que previamente hemos inhalado…
Estos días de confinamiento, nos cuentan los gobernantes y los especialistas que el mundo está más limpio, que el nivel de polución ha bajado. Es decir, a pesar del desastre del famosísimo COVID-19 que se está llevando miles de vidas de seres humanos por delante, estamos tomando conciencia de la necesidad de que los cuidados del planeta aumenten.
Salgamos del confinamiento con el propósito firme de procurar cuidar el entorno más cercano con mucho mimo y con la suma de todos esos cuidados atentos, delicados y decisivos se logrará mantener un ambiente limpio, dónde las plantas crezcan y broten en su tiempo, donde los animales se reproduzcan con normalidad y podamos volver a disfrutar de esa naturaleza que es infinitamente más poderosa que la mano del hombre.
Todos juntos y con mucha fuerza en la voz y al unísono hoy decimos:
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