Todo lo que hay que saber, lo aprendí en la Escuela Infantil
El ensayista Robert Fulghum en su libro «Las cosas importantes las aprendí en el parvulario: Breves relatos y pequeñas verdades» logra transmitir grandes enseñanzas de una gran sencillez y profundidad.
En este libro nos demuestra que el comportamiento más básico y más humano, nos lo enseñaron cuando éramos pequeños.
De ese libro, proviene también el siguiente texto que procura transmitir la importancia de recuperar esos comportamientos que caracterizan a los más pequeños y aunque adultos sigamos siendo capaces de mirar el mundo con otros ojos.
«Siendo ya anciano me di cuenta que ya se la mayor parte de lo que hace falta para vivir una vida plena, que no es tan complicado. Lo sé. Y lo he sabido desde hace mucho, muchísimo tiempo.
Todo lo que hay que saber sobre cómo vivir y que hacer y cómo debo ser lo aprendí en el jardín de infantes.
La sabiduría no estaba en la cima de la montaña de la universidad, sino allí, en el arenero. Aquí está mi credo:
Compártelo todo.
Juega limpio.
No le pegues a la gente.
Vuelve a poner las cosas donde las encontraste.
Limpia siempre lo que ensucies.
Pide perdón cuando lastimes a alguien.
Lávate las manos antes de comer.
Sonrójate.
Las galletas calientes y la leche fría son buenas.
Vive una vida equilibrada.
Aprende algo y piensa en algo.
Dibuja, pinta, canta, baila, juega y trabaja cada día un poco.
Duerme la siesta.
Cuando salgas al mundo, ten cuidado con el tráfico.
Tómate de las manos y no te alejes.
Permanece atento a lo maravilloso.
Recuerda la pequeña semilla en el vaso, las raíces bajan y la planta sube y nadie sabe realmente cómo ni por qué, pero todos somos así.
Los peces de colores, los ratones blancos e incluso la pequeña semilla del vaso, todos mueren y nosotros también.
Recuerdo una de las primeras palabras que me enseñaron, una muy grande : mira.
Todo lo que necesitas saber está allí, en alguna parte. La regla de oro, el amor y la higiene básica. La ecología y la política, la igualdad y la vida sana.
Toma cualquiera de estos ítems y tradúcelo en términos adultos sofisticados y aplícalo a tu vida familiar o a tu trabajo, a tu gobierno o a tu mundo y se mantendrá verdadero, claro y firme. Y aún es verdad, no importa cuan viejo seas, que al salir al mundo es mejor tomarse de las manos y no alejarse demasiado». (Fulghum, 2004)
Robert Fulghum
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