
Juego Heurístico
Una actividad fantástica: El juego heurístico
Para todas esas familias que quizá no hayan oído hablar nunca de este juego, hoy explicamos qué es y en lo que se basa.
Consiste en la exploración libre por parte de los niños de objetos no catalogados como didácticos que combinan y eligen libremente.
Al terminar su propia exploración, aunque siempre dirigidos por el adulto se recogen y se clasifican. Todo eso lo hacen ellos.
Por ejemplo: plásticos, maderas, telas, papel y cartón, frutos con cáscara, etc.
Es una manera de ejercitar y enriquecer las capacidades físicas, mentales, emocionales y sociales.
La movilidad del cuerpo por todo el espacio es la gran conquista del niño cuando alcanza los dos años.
El niño llega dónde desea llegar y quiere o desea todo lo que ve y se enfrenta a la necesidad de querer tocarlo, sentirlo por lo que facilita el desarrollo de la capacidad de manipulación y habilidad manual. Una buena manera de desarrollar el juego de dedos para trabajar psicomotricidad fina.
La exploración del objeto, por lo tanto ya no es solo oral, pasa a ser más manipulativa.
Es un juego de descubrimiento y exploración: semejanzas, diferencias, tamaños, colores, texturas, etc. Cada material le produce diferentes sensaciones.
Con el juego heurístico lo que se busca es provocar la actividad espontánea en los niños y lo más importante es que respeta el ritmo de cada uno: “voy a mi propio ritmo, nadie me mete prisa y mantengo el objeto en mis manos el tiempo que considero oportuno”.
Además este juego ofrece oportunidades para provocar en su crecimiento un acercamiento al juego simbólico que será el siguiente paso madurativo.
Es un aprendizaje libre: ensayo, acierto, error.
Aprendizaje en el que no hay fracaso porque el tipo de actividad propuesta, no tiene ni busca un fin concreto determinado, es una forma natural y organizada de aprovechar la actividad de los pequeños de una forma diferente.
Los materiales para este juego, se pueden guardar en cajas, en bolsas o en cestos.
El juego se programa generalmente para hacerlo 1 o 2 veces por semana en tiempos aproximados de 30 minutos.
Los materiales que se proponen son por ejemplo: tubos, tapones grandes, pinzas de la ropa, palas de madera o plástico o similar, pinzas de plástico, cajas, cadenas de plástico e incluso metálicas, tapaderas de metal, pompones de lana, cajas de zapatos para guardar o para jugar (meto, saco), espumaderas de plástico, etc.
Los objetivos que persigue este juego son:
- Estructurar el pensamiento y el lenguaje.
- Conocer las diferentes propiedades de los objetos
- Conocer las leyes de la naturaleza.
- Conseguir libertad y autonomía en la acción.
- Aprender a clasificar, seriar, guardar.
- Actuar a su propio ritmo
El juego heurístico nos permite que en un ambiente de absoluta tranquilidad observar y evaluar a los niños de forma pausada, tomar notas sobre diferentes comportamientos y reacciones, realizar fotografías de acciones llamativas, la interacción y relaciones sociales propias del grupo, como defienden lo que tienen o y como luchan por conseguir eso que tiene el otro o se encuentra en el centro del círculo de trabajo.
Estas reacciones de posesión implican la necesaria intervención del adulto como mediador.
La relación de la maestra con los niños es cálida, cariñosa pero siempre dejándoles hacer y manteniendo una cierta distancia con ellos consiguiendo un clima de calma en el aula.
El objetivo es conseguir que el niño se sienta protagonista, como bien nos indica la teoría constructivista, de su propio proceso de aprendizaje.
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