
Santos Inocentes
Según la tradición católica, hoy 28 de diciembre es el día en el que se recuerda a todos los niños que fueron sacrificados por el Rey Herodes, el cual fue informado de que un niño nacido en Belén sería Rey y, por cobardía y miedo a perder su trono, mandó asesinar a todos los niños entre los cero y los tres años. De ahí viene el nombre: Día de los santos Inocentes.
Sin embargo, nosotros hoy hemos tenido un día precioso, disfrutando de todos los pequeños trotamundos a nuestro alrededor y, además, de la presencia de Laia, una antigua alumna que nos ha hecho una visita.
Hemos aprovechado para que nos contara un cuento, el que ella ha querido y ha elegido personalmente. Nos ha contado, con ese perfecto vocabulario y expresión correcta y maravillosa que ha tenido desde siempre, que no traía cuento, que había traído una diadema con cuernos de reno muy navideña y que tenía mucho calor en el cuello con la braga que le había puesto su mamá.
Laia es una niña que quiere mucho a su escuela. Por suerte la podemos ver muchos días porque para ir a su cole pasa por delante de la escuela cada día. Disfruta cuando nos ve y nos cuenta mil cosas, perfectamente expresadas y una corrección máxima. ¿Será una futura lingüista o filóloga? Eso no lo sabemos pero sí que es una niña muy feliz, inteligente y «peleona».
Nuestros pequeños trotamundos han escuchado con gran interés ese cuento que ella ha contado a sus compañeros más pequeños. Lo ha hecho despacio, con orden y emoción máxima, porque todo su interés es que comprendieran lo que les estaba contado, y mostrándoles a la vez las preciosas imágenes. Cuando ella pensaba que no se había expresado de forma fácil para que la entendieran, ha buscado estratégicamente otra forma más sencilla de contarlo… ¡¡Qué momentos más emotivos y emocionantes!!
Hemos sentido tanta felicidad que ha habido momentos en los que nos hemos emocionado, y una vez más nos hemos dado cuenta de que nuestros niños salen muy queridos y muy bien preparados para afrontar la siguiente etapa educativa. Hemos podido comprobar que se acuerdan de nosotros y que son felices cuando vuelven a esa segunda casa que durante tanto tiempo les ha cuidado, atendido y querido. En el caso de Laia fueron tres cursos escolares, porque vino muy pequeñita.
En breve disfrutaremos de su hermanita Kiara, y Laia estará muy pendiente de que sea tan querida como lo fue ella en su escuela. Tendremos una espía perfecta que no va a pasar ni una.
Gracias cariño, lo has hecho muy bien y nos ha encantado que no te hayas querido ir.
Te queremos muchísimo, lo sabes y queremos agradecer a tus papás el que te hayan acercado y, sobre todo, haber podido volver a tenerte con nosotros, disfrutarte y sentir ese cariño que nos has vuelto a dar.
¡Gracias, cariño, lo has hecho muy bien! ¡Eres una niña muy especial! ¡Grande y enorme, pequeña gran rugbier!
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