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Las Metodologías y presentación del Método de Enseñanza – Aprendizaje de María Montessori
En las edades más tempranas, hay que tener en cuenta los distintos momentos de desarrollo evolutivo de las personas. Existen una serie de principios metodológicos que en cualquiera de los diferentes métodos de enseñanza que existen se deben aplicar siempre en cualquier Escuela Infantil Montessori o no.
La metodología empleada en la Escuela Infantil, ya sea Montessori o no, debe ser global, esto es, se debe trabajar todas las áreas de experiencia y aprendizaje de forma conjunta de manera que los niños vayan comprendiendo e interiorizando los conceptos y el “saber hacer” de la forma más correcta y adecuada posible, ya que de esta manera los progresos en sus propias capacidades cognitivas, motrices, emocionales y afectivas serán excelentes.
En nuestra Escuela Infantil, entendemos por “excelencia” lo máximo que cada persona será capaz de conseguir según sus capacidades y posibilidades personales. Trabajamos para que cada uno de nuestros alumnos la alcance de manera que a su siguiente etapa educativa vaya lo mejor preparado posible.
Retomando las características generales de las metodologías y en particular la Montessori, además del propio enfoque globalizador, deben ser activas y participativas o lo que es lo mismo, la metodología debe ser vivencial para el niño. La Metodología debe tener una finalidad muy concreta que es la adquisición de un aprendizaje significativo dónde el maestro, debe ser guía, mediador y facilitador de su aprendizaje pero, debe ser el niño, el que lo adquiera lo interiorice y lo comprenda de una manera tan sólida y reforzada que le permita seguir avanzando.
Además algo que no puede faltar en ninguna metodología, ya sea Montessori o cualquier otra, es su carácter lúdico.
El juego debe estar siempre presente en cualquiera de las enseñanzas que se pretenda transmitir a los más pequeños porque en definitiva, los niños juegan y hay que dejarles jugar. Es la mejor forma para conseguir el mejor desarrollo posible en todas y cada una de las áreas de aprendizaje.
Tanto en las Escuelas Infantiles Montessori como en el resto de Escuelas Infantiles, la metodología debe incluir siempre la relación fluida entre familia y escuela. Una comunicación buena para que los objetivos de enseñanza – aprendizaje vayan en una misma dirección, con una coherencia de acción que al niño le va a permitir y facilitar afianzar aún más los aprendizajes. Y no es “metodología Montessori” si no Métodos de Enseñanza Montessori.
Lo que ofrecen al alumno, es convertirse en personas autodidactas, que sean capaces de resolver sus propios problemas pero siempre bajo la supervisión de los maestros.
Nosotros, en nuestra Escuela Infantil en Madrid, utilizamos diferentes métodos, con el objetivo de enriquecer al máximo el desarrollo cognitivo, emocional, motriz, sensorial y social de nuestros alumnos, entre ellos Montessori.
María Montessori (1870,1952), pediatra y maestra. Gracias a su trabajo con niños en riesgo social, propuso un método cuyo objetivo era que los niños adquirieran la máxima independencia física y psíquica y aprender a pensar por sí mismos.
El Método Montessori lo que propone es facilitar un entorno y unos materiales que permitan al niño avanzar en el conocimiento por sí mismos y el maestro, sólo tiene función orientadora.
En las edades más tempranas (las que trabajamos en nuestra Escuela Infantil), hay que respetar y permitir a los niños que satisfagan su curiosidad natural y que descubran el mundo a través de sus propias experiencias sin recibir a priori información del adulto. Su propia experimentación y el descubrimiento será su mejor amigo para la adquisición de aprendizajes actuales y futuros.
Para los niños en fundamental Sentirse Libres. Es necesario para elegir lo que quieren hacer y dónde quieren ir e incluso con quien o quienes quieren interaccionar durante la realización de las actividades o del juego.
María Montessori estimó que a lo largo del desarrollo de la persona están los llamados “periodos sensibles” que son momentos en los que la persona está más predispuesta a aprender e interiorizar y desarrollar sus capacidades por lo que los maestros y los padres debemos estar más atentos para aprovechar al máximo esos periodos.
“Un niño aprende las cosas en los periodos sensitivos. Esta sensibilidad permite al niño ponerse en contacto con el mundo exterior de un modo excepcionalmente intenso. Y entonces todo le resulta fácil, todo es entusiasmo y vida. Cada esfuerzo representa un aumento de poder. Cuando, en el periodo sensitivo, ya ha adquirido unos conocimientos, sobreviene el torpor de la indiferencia, la fatiga» (Montessori, M. (1937), El niño: el secreto de la infancia. Barcelona: ARALUCE. p. 79).
La pediatra también hacía ver que debemos dejar libertad de movimiento y de elección a materiales pedagógicos que deben ser muy atractivos con el fin de captar la curiosidad de los niños y además estar preparados para que su utilización les permita avanzar cada uno a su ritmo y también que les permitan darse cuenta cuando cometen errores y puedan desarrollar la capacidad de rectificar.
La libertad de elección les lleva a escoger lo que quieren hacer en cada momento y el maestro en este método cumple funciones de observación y orientador. Debe mostrarles las diferentes tareas que pueden hacer pero intervendrá lo mínimo en el hacer y descubrir del niño.
Además, mezclar en los espacios niños de diferentes edades es muy enriquecedor y les enseña mucho porque facilita el intercambio de ideas, cooperan, se ayudan entre ellos y disminuye el posible exceso de competitividad que pudiera surgir.
Además permite ayudar a los que van más despacio agilizando su propio ritmo de aprendizaje que siempre hay que respetar en todos y cada uno de los alumnos «…Cada niño marca su propio paso o velocidad para aprender y esos tiempos hay que respetarlos»(Montessori, M).
«El niño, con su enorme potencial físico e intelectual, es un milagro frente a nosotros. Este hecho debe ser transmitido a todos los padres, educadores y personas interesadas en niños, porque la educación desde el comienzo de la vida podría cambiar verdaderamente el presente y futuro de la sociedad. Tenemos que tener claro, eso sí, que el desarrollo del potencial humano no está determinado por nosotros. Solo podemos servir al desarrollo del niño, pues este se realiza en un espacio en el que hay leyes que rigen el funcionamiento de cada ser humano y cada desarrollo tiene que estar en armonía con todo el mundo que nos rodea y con todo el universo» (Montessori, M)
«Nadie puede ser libre a menos que sea independiente; por lo tanto, las primeras manifestaciones activas de libertad individual del niño deben ser guiadas de tal manera que a través de esa actividad el niño pueda estar en condiciones para llegar a la independencia» (Montessori, M)
Para María Montessori, el nivel y el tipo de inteligencia van a sentar las bases en la etapa de infantil por lo que es crucial no introducir los conocimientos en las cabezas de los niños si no que sean ellos los que los descubran y sean percibidos por ellos mediante su propio razonamiento para una correcta asimilación y comprensión que les permitirá seguir avanzando y mejorando la cognición.
Conseguir motivar a los niños es garantía de aprendizaje seguro porque se sienten bien y a gusto con lo que hacen y en ningún momento se sienten forzados.
Dejar que resuelvan por si mismos es permitirles crecer y que se sientan bien con ellos mismos por los logros que va consiguiendo pero como decía Montessori, M en uno de sus escritos “nunca hay que dejar que el niño se arriesgue a fracasar hasta que tenga una oportunidad razonable de triunfar”.